La piel, las mucosas y otras zonas de nuestro organismo poseen unos receptores que nos provocan las sensaciones del tacto, frío, calor y dolor, incluso desde el interior del cuerpo. Así se configura el mayor órgano de los sentidos, que percibe cualquier contacto, los distintos niveles de temperatura y las impresiones de malestar o sufrimiento. Con este mecanismo se establece además un sistema de defensa que avisa de una situación perjudicial en el organismo (los denominados nociceptores son los encargados de recibir la sensación del dolor).
http://www.cac.es/cursomotivar/resources/document/2010/6.pdf.
No hay comentarios:
Publicar un comentario