jueves, 15 de septiembre de 2016

Oido


Oído

La generación de sensaciones auditivas en el ser humano es un proceso extraordinariamente complejo, el cual se desarrolla en tres etapas básicas: • Captación y procesamiento mecánico de las ondas sonoras. • Conversión de la señal acústica (mecánica) en impulsos nerviosos, y transmisión de dichos impulsos hasta los centros sensoriales del cerebro. • Procesamiento neural de la información codificada en forma de impulsos nerviosos. La captación, procesamiento y transducción de los estímulos sonoros se llevan a cabo en el oído propiamente dicho, mientras que la etapa de procesamiento neural, en la cual se producen las diversas sensaciones auditivas, se encuentra ubicada en el cerebro. Así pues, se pueden distinguir dos regiones o partes del sistema auditivo: la región periférica, en la cual los estímulos sonoros conservan su carácter original de ondas mecánicas hasta el momento de su conversión en señales electroquímicas, y la región central, en la cual se transforman dichas señales en sensaciones. En la región central también intervienen procesos cognitivos, mediante los cuales se asigna un contexto y un significado a los sonidos [1]; es decir, permiten reconocer una palabra o determinar que un sonido dado corresponde a un violín o a un piano. El presente trabajo se limita a estudiar y utilizar solamente los aspectos perceptuales del sistema auditivo; esto es, aquellos que son independientes del contexto y del significado y que, en buena parte, se localizan en la región periférica.







Sentido del Olfato

Sentido del Olfato

El aire inhalado sigue el siguiente recorrido: 1. Acondicionador formado por pliegues de mucosa: Calienta y humidifica el aire. 2. Faringe. 3. El aire forma remolinos que circulan por un sistema de turbinas situadas en la parte posterior de la cavidad nasal alineadas con las neuronas olfatorias. 4. Neuronas olfatorias situadas en la mucosa olfatoria que tapiza la lámina cribosa del hueso etmoides.




Sentido del Tacto

Sentido del Tacto

La piel, las mucosas y otras zonas de nuestro organismo poseen unos receptores que nos provocan las sensaciones del tacto, frío, calor y dolor, incluso desde el interior del cuerpo. Así se configura el mayor órgano de los sentidos, que percibe cualquier contacto, los distintos niveles de temperatura y las impresiones de malestar o sufrimiento. Con este mecanismo se establece además un sistema de defensa que avisa de una situación perjudicial en el organismo (los denominados nociceptores son los encargados de recibir la sensación del dolor).


http://www.cac.es/cursomotivar/resources/document/2010/6.pdf.